martes, 25 de junio de 2019

Información Campamento de verano 2019


Para todos aquellos padres y madres que no pudieron acudir a la reunión referente al campamento de verano os dejamos aquí la información más relevante sobre la actividad.

Recordamos que os obligatorio que un adulto venga a recoger el dossier que contiene la autorización, ficha médica y otra información que puede resultar de utilidad.

El día 8 de julio se hará la entrega de documentación y el último día de pago disponible. Ante cualquier duda o dificultad sobre la fecha de entrega o problemas de pago, por favor, acudir al grupo de educadores para tratar de solventarla.

INFORMACIÓN GENERAL

FECHA: Del 16 al 29 de julio de 2019.
LUGAR: Los Negros, Orcera (Jaén)
DÍA DE PADRES: Domingo 21 de julio.
TRANSPORTE: Autobús contratado por el Grupo.
HORA DE SALIDA: Martes 16 de julio 7:30h. Desde los locales del Grupo.
HORA DE LLEGADA: Lunes 29 de julio a las 18:00h aprox. (Locales).
COMIDA: El almuerzo y comida del primer día deben traerlos los niños/as de casa.
PRECIO: Individual: 190€. Precio para dos hermanos: 180€ cada uno
FORMA DE PAGO: El pago se realizará por ingreso en la siguiente cuenta
bancaria (Bankia) en un único plazo de 190€. Se podrá realizar el pago hasta el día
8 de julio de 2019.
Nº de cuenta: ES16 2038 3017 1160 0022 4050 Bankia
Concepto: Nombre del niño/a y sección. Ejemplo: José Arcadio Buendía Tropa
ENTREGA DE DOCUMENTACIÓN: Lunes 8 de julio. De 20:00 a 21:00h (En
los locales).

Enlace de Google Maps a la zona de acampada: https://goo.gl/maps/YuPgiQtDMFoNHsgU7


Tribu Pies Negros en Los Negros, 2015


lunes, 24 de septiembre de 2018

¿Qué es la Promesa scout?


Lo primero que solemos esbozar a nuestros educandos es que cuando adquieres cierto compromiso con el grupo scout al que perteneces, materialmente instamos a los chiquillos a que consigan su promesa, mostrada en la estética pública con el símbolo de la pañoleta. La Promesa es sin duda uno de los vértices que vertebran el escultismo. Asumiendo la triada invariable en todos los grupos, Promesa, Ley scout y sistema de patrullas; sin embargo, en mi grupo hemos dirimido esta triada acentuando la Promesa en detrimento de las otras dos. Es cierto que el sistema de patrullas se encuentra concatenado a la sección tropera, por su fuerte pragmatismo a la hora de funcionar. Al igual que el sistema de patrullas, la Ley scout está íntimamente unida a la tropa. Los muchachos salen de la niñez y empiezan a ser ciudadanos, sujetos sociales a los que intentamos educar en moral y solidaridad. En este supuesto, la tropa es la sección donde aprenden y ponen en práctica los valores atemporales de la Ley scout.

Es la Promesa lo que se abre paso hasta la intimidad de cada uno de los educandos, independientemente de la sección a la que pertenezcan. Sé de buena mano la peculiaridad de mi grupo: la consecución de la promesa en cada una de las secciones. Esta "renovación" no la entendemos como azarosa o limitativa, sino como la posibilidad, una vez más, de renovar el sentimiento scout y celebrar el acoplamiento a la nueva sección. Porque nuestras ceremonias, lejos de la solemnidad, son una fiesta. Una suerte de celebración donde las pañoletas pasan de cuello en cuello. Es entonces cuando la Promesa evidencia la vida espiritual del grupo. Siendo adquirida en cada nueva sección compromete al educando con la mística de cada grupo de edad al que pertenece, con sus conocimientos y quehaceres. Este año hemos tenido una maravillosa ceremonia de promesas y muestro un cachito de esa velada en esta foto.

Manada Rudyard Kipling realizando el Gran Clamor a los nuevos lobatos. Campamento de verano Endrino del Medio 2018.

sábado, 11 de agosto de 2018

De vuelta a casa



En nuestro parón estival de vez en cuando nos encontramos con reflexiones dignas de compartir con todos vosotros. Es muy probable que aquel que nunca haya participado de una experiencia como esta pueda llegar a empatizar del todo con lo que os dejamos a continuación, pero que sepáis que ninguna de esas palabras es menos sincera que la posterior. El esfuerzo de todo esto sabes que ha merecido la pena cuando tienes la suerte de ver crecer a personas como las que se esconden detrás de estas bellas palabras y que además saben perfectamente qué es eso de "remar su propia canoa".

Lo que empieza siendo un intento de evasión de las circunstancias que nos da la vida; termina haciéndome saber cuál es mi lugar, qué es lo que quiero y porqué lo quiero.
Y es que dos semanas aislado del mundo, dan para mucho. Escultismo, naturaleza, convivencia, lealtad, compañerismo a punta pala. Moratones, arañazos y cansancio son solo "heridas de guerra de un campamento perfecto".
Cuando tienes la sensación de que el tiempo no pasa, pero las horas corren más rápido que nunca antes, no hay preocupación que valga.
Cada segundo, cada momento vivido, cada lugar explorado; se recuerda como el mejor segundo, el mejor momento o el mejor lugar.
Si solo pretendiéramos volar sobre seguro, nunca alzaríamos el vuelo; arriesga, pierde y aprende. Y es que, en dos semanas aislado del mundo, tienes que arriesgar, con la responsabilidad que eso conlleva.
De este campamento me quedo con todo. Nada se hace cuesta arriba cuando te rodeas de gente de la que no puedes pedir más, yo, que siempre estoy exigiendo; con la que compartes los mismos valores y experiencias.
Gente que vendrá y gente que se irá, pero estaremos nosotros, fieles a nuestras ideas y transmitiendo lo que habéis enseñado, que es mucho. Y enseñar a enseñar no debe de ser tarea fácil. Ahora soy yo la que está a un paso de eso y en mí no hay preocupación alguna, sino inquietud por hacerlo con los que lo he compartido todo.
Me siento plena y orgullosa, es admirable lo que ha cambiado en mí éste nuestro grupo.
Y sabes que todo es real cuando llegas después de dos semanas y ya echas de menos todo aquello.
Porque lobatos, troperos, pioneros y rovers, se sigan ilusionando con su promesa; por volver a casa con los pies negros; por las emociones; por despertarnos muchos años más con esa mítica canción; por los buenas noches; por las marchas interminables; por seguir cargando el camión; por ese día en el que todos nos sentimos indios de verdad; por mojarnos y llenarnos de barro hasta las cejas; por reír, jugar, cantar y bailar; por los accidentes en la cocina; por construir la parcela que nos acogerá esos días; por la ilusión del amigo invisible; y por supuesto, porque sigamos juntos como la familia que decimos ser.


martes, 5 de junio de 2018

Reformas pioneras


Ha llevado mucho tiempo el poder hacer esta entrada en el blog. No parecía que fuera a llegar nunca el día que nuestro local estuviera reformado, pero poco a poco, como hormiguitas y todos juntos hemos cumplido el objetivo.


Esta idea de lavar la cara del local de la tribu Maidú nació el curso pasado. Era difícil tarea para llevar a cabo en un solo trimestre, pues hay más vida además de las reformas. El tiempo nos pilló y tuvimos que empezar el nuevo curso con el ojo puesto en acabar todo lo que nos propusimos. Alguno de esos pioneros ahoran ya eran rovers y nuevos troperos habían llegado a la sección y se encontraban este regalo de bienvenida. Incluso el equipo de educadores cambió con el nuevo curso.



Nuestras tareas empezaban con arreglar el techo, pintarlo y cubrir de blanco esas tuberías perennes. También sanear el graffiti de nuestra pared que estaba empezando a sufrir el paso del tiempo y la humedad que nos acompaña en este nuestro local.



También queríamos hacer algo con ese suelo desgastado que afeaba y siempre daba la sensación de estar sucio. Decidimos revestirlo y el trabajo, aunque ha sido un puzzle curioso, ha sido un éxito y hasta hemos ganado en luminosidad sin proponerlo. Ahora el local de la tribu pionera Maidú invitar a entrar.

La cosa no sólo quedaba en cambiar el suelo. Unos buenos rodapiés personalizados ayudarían a darle un toque bonico a nuestro cuarto. Decimos rodapié y bonico, porque eso de zócalo y bonito parece que nos representa un poco menos.

¿Y ese armario? Ya que estamos no se puede quedar así: oxidado, pegatinas, repintado a medias, chorretes de pintura cayendo...se había convertido en un trasto que no invitaba a guardar nada dentro. ¡Manos a la obra! Se lija, se pule, se pinta, se decora y lo que haga falta. Y ahora parece que tuviéramos un armario nuevo, mejor que tener uno nuevo de hecho.

El curso empezó con más inquietudes, pues ya que nos poníamos con todo eso, ¿por qué no un aparcabicis?  Tenemos mucha gente que viene a las reuniones en bici y siempre están por ahí tiradas. Del grupo de educadores surgió la idea de hacer algo con eso y con unos cuantos viejos palets, pioneros en ebullición hormonal deseando mostrar su fuerza y alguna mente pensante se ha quedado una señora construcción.

Y aquí hemos resumido el trabajo de unos cuantos meses. A nuestro juicio, creemos que se ha quedado bastante bien. Así que, si alguien quiere hacer reformas este verano que nos lo diga, que os pasamos presupuesto.











miércoles, 7 de febrero de 2018

Descubriendo mundo. Crónica de un viaje. Cuaderno de Bitácora.


Nos alegra que la sección de educadores se implique en el blog y desate su vena creativa. Quizá esta lectura es algo diferente a lo que solemos publicar, pero la cabeza de Chacal erupciona sin control y totalmente apasionada como un buen volcán.

A continuación os dejamos el resumen de nuestro viaje de expedición en búsqueda de nuevas zonas de campamento de verano. Esperemos que os guste:


CRÓNICA DE UN VIAJE. CUADERNO DE BITÁCORA
03/02/2018
7:22. Salimos dirección Guadalajara a ver dos sitios de campamento. En la furgoneta que ha
salido desde Espinardo somos Amante, Wayo que conduce, Javi García, el Cabra y yo. Tenemos que recoger a Monerri. Siempre hay que recogerlo. Pesadillas.

8:26. Llevamos una hora de viaje. Me sigo manteniendo medianamente despierto a pesar de
haber ido directamente desde el trabajo. Amante, Wayo y Javi García están en los asientos de delante, hablando de cosas de adultos: geopolítica, sociedad, el conflicto catalán... En la parte de atrás estamos el Cabra, Monerri y yo. Evidentemente nuestros temas son más banales, me aventuro a decir que hemos dormido algo menos y nuestra capacidad reflexiva se encuentra mermada. Le he pedido al cabra que haga un croquis de la situación con vista de planta:


Dice, el Cabra, que le deje un recuadro que después lo hará. Lo apremio a que lo haga ya. Hace la basura de la parte de arriba. Los dos de mi lado no dejan de pelearse. Uno se caga con flatulencias mañaneras; el otro eructa con un aliento nauseabundo.

Como la culpa de que el croquis no muestre las intenciones que yo tenía (algo más caricaturesco), en parte por culpa mía, ya que el concepto croquis conlleva la simplificación hasta el extremo sólo mostrando un mapa de la situación a plasmar; llevado a este caso, cómo estábamos los seis situados en la furgoneta. Y por otra parte el Cabra tampoco tenía muchas ganas de darle al boli. Le pido ahora, al Cabra, que haga un dibujo, pero cuando pase un poco más de tiempo y esté algo más inspirado.

9:09. El Cabra ha dicho que le entraría perfectamente una cerveza. En realidad a mí también me entraría bastante bien, mucho más de lo que me gustaría reconocer teniendo en cuenta la hora. Estamos ya atravesando puertos de montaña con pinos a ambos lados de la calzada. El paisaje cambia de un momento a otro: de zonas muy arboladas a secarrales sin apenas matojos. Acabamos de pasar por un polígono industrial. Ni idea de donde estamos, mi visión desde la esquina izquierda de la parte de atrás sólo me permite mirar por la ventanilla y tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para levantarme y mirar hacia el frente. He leído hace no mucho un cartel que ponía Gandía, pero a saber.

Hemos estado platicando un poco de política. Mi misión era soltar comentarios a destiempo y totalmente faltos de cultura o reflexión previa.

11:00. Parece ser que por fin el Cabra se siente inspirado. Se ha metido un Kinder Bueno al cuerpo y la subida de los azúcares le ayuda. Pluma en ristre dibuja:

A partir de este momento no hay más notas en mi cuaderno, así que lo siguiente será producto de mi memoria errante y de mi imaginación.

Llegamos sobre las doce a Orihuela del Tremedal. En cuando bajamos de la furgoneta notamos el cambio de temperatura, el cual se hace patente viendo el río helado que queda a nuestra derecha. Tenemos que parar en este pueblo para ponernos en contacto con los que nos proveerán de suministros para el campamento. Nuestra tarea parece fácil, hablar con todos los comercios de la zona y ver cuáles son sus productos, a la par que hacernos con los números de éstos. Una vez terminado este trámite y como vamos algo pegados de tiempo decidimos ir a ver el primer sitio de campamento en Alustante.

Nos subimos los seis en la furgoneta y seguimos a un todoterreno por una pista forestal con medio palmo de nieve. A cincuenta metros del campamento la furgoneta empieza a patinar peligrosamente y nos tenemos que apear para seguir andando. Antes de ver la zona, y con todos ya en zona firme, la furgoneta recula un poco y comienza a deslizarse calzada abajo. Wayo es un felino y consigue montarse para hacerla frenar. Ponemos piedras bajo las ruedas traseras para evitar que se deslice. Lo de sacarla de allí será otra historia. El sitio de Alustante es una pinada preciosa. La claridad que le daba la nieve hacía del sitio algo idílico. Parecía que estábamos en algún parque natural de Alaska y que en cualquier momento un alce de tamaño desproporcionado se llevaría a Monerri de una cornada. Aunque tuviéramos manos y pies al punto de congelación, aunque nos hayamos tirado cinco horas de camino para ver ese sitio, sólo por la panorámica ha merecido la pena. Es un sitio enorme con muchas posibilidades. A todos nos encanta.

Después de la odisea de sacar la furgoneta de ese paraje, regresamos a Orihuela del Tremedal a ver el otro posible sitio de campamento: el camping Caimodorro. Como el frío extremo nos ha cortado la cara –y la garganta– decidimos calentar nuestros cuerpos con unos licores de la tierra que, el buen anfitrión y encargado de enseñarnos el camping, nos invitó con todo decoro. Después de la visita y cercanos a las tres de la tarde decidimos comer en el restaurante de Orihuela del Tremedal para partir lo antes posible a Murcia.

El camino de vuelta me lo pasé durmiendo, pero, por lo que me dijeron, fue un monólogo de Javi García para mantener despierto a nuestro conductor. Habló de sus fechorías y canalladas a edad temprana. No sé si esta última parte me la estoy inventando o de verdad pasó algo parecido. Lo más seguro es que retomaran los temas de la ida y acercaran posturas. En el diálogo se encuentran soluciones.

Buena caza y largas lunas.

martes, 30 de enero de 2018

Firma de la Carta de Clan


Nos ha llegado esta crónica de la pasada acampada rovers, en la que la Carta de Clan fue firmada por los nuevos integrantes del Clan Camelot. Muchas gracias a los rovers por el envío de su crónica.

Firma de la carta de clan

El pasado fin de semana 9 y 10 de diciembre, el clan Camelot del Grupo Scout Espinardo fuimos de acampada a la Muela, una antigua casa forestal que ahora pertenece al Grupo Scout Cruz del Sur.


El sábado a las 10:30 h empezamos a preparar todo el material necesario para ese fin de semana en mitad de Sierra Espuña. Nada más llegar nos dedicamos a recoger troncos para encender una chimenea, la cual nos salvó de pasar una fría noche.



Una vez llegada la tarde, procedimos a realizar las actividades preparadas por nuestros educadores, Wayo y Santiago; y más tarde escribimos nuestra carta de clan, objetivo principal de la acampada.


Al caer la noche, seguimos con nuestras actividades, incluida una sesión de cine con la película Captain Fantastic. Después de un día completo, llegaba la hora de descansar, eso sí, vigilando que nuestro fuego no se apagara.

Al día siguiente tocaba lo que todo rover espera al empezar su etapa, la firma de la carta. Nos despertamos bien temprano para hacerlo al amanecer, como es costumbre. Hecho esto caímos rendidos en nuestros colchones hasta que la acampada llegaba a su fin.